sábado, 24 de mayo de 2008

TÉCNICAS DE REDACCIÓN

La redacción es un proceso de construcción que consiste en plasmar por escrito pensamientos e ideas cohesionadas. Se redacta para establecer comunicación con un interpretante conocido o desconocido bajo condiciones intemporales con posibilidad de permanencia. El fin último de la redacción es lograr la comprensión del lector.
Antes de comenzar cualquier proceso de redacción, debes tomar en consideración los siguientes pasos más importantes:

PRE-REDACCIÓN (Proceso de Planificación)
Antes de redactar es necesario delimitar el tema, disponer de las herramientas útiles para su desarrollo y, sobre todo, saber organizarlo de acuerdo con el propósito del que escribe. Esto se logra por medio de:
· El desbloqueo, que consiste en la aplicación de una técnica que facilita la delimitación del tema y refleja las posibilidades de desarrollo.
Entre las principales modalidades de desbloqueo presentamos dos que por su practicidad y fácil aplicación permiten delimitar un tema en forma rápida y sencilla:
1) La lluvia de Ideas, que consiste en un listado caótico de ideas que se escriben en un papel en forma libre y rápida. La revisión del producto final permite al que redacta evaluar cuales son las posibilidades que tiene para desarrollar un tópico específico.
2) El apiñamiento, que es una estrategia para la organización de las ideas de manera jerárquica y visual. Permite conformar la orientación temática del texto que se pretende escribir.
· La esquematización que, es una estrategia visual para la organización del contenido del texto que desea redactar.
Además de ser un recurso visual práctico, el esquema permite, al que escribe, observar la coherencia y mantener la unidad de sus ideas.
A la hora de realizar un esquema, debes tomar en consideración que éste está compuesto por:
* Oración Temática (O.T.): En esta oración se resume el tema central del texto que se pretende escribir. La O.T. posee tema y rema. El tema coincide generalmente con el sujeto (expresa “de quien se habla”). El rema es lo que se expresa del tema (el predicado).
* Oraciones Principales (O.P.): Las O.P. poseen un tema conectado con el rema de la O.T. Estas oraciones explican y amplían los núcleos que permitirán desarrollar el tema.
* Oraciones de Desarrollo (O.D.): Las O.D. ampliarán las ideas expuestas en las oraciones principales.
* Ideas de Apoyo (I.A.): Éstas son anécdotas, situaciones concretas y ejemplos que refuerzan lo expresado en las oraciones de desarrollo.
* Frase de Cierre (F.C.): Cumple la función de enterar al lector que se va a concluir. En ella se resumen los puntos más importantes de lo escrito y, en ocasiones, se dan recomendaciones.

DESARROLLO (Proceso de Escritura)
Consiste en el proceso de estructuración como tal. El individuo parte del esquema para ampliar y conectar las ideas a través de medios textuales.

REVISIÓN (Proceso de Corrección Formal)
Es el último paso del proceso, y, abarca la revisión de coherencia y cohesión y la verificación de la correcta escritura basada en las normas ortográficas.
Para ello, además de valerse de las normas ortográficas y acentuación, en la revisión se toma en cuenta el uso adecuado de los conectores.

Tomado con fines instruccionales de:
Manzano, J. y Medina, E. (2005). Habilidad y razonamiento verbal. 12 estrategias de acción docente. “Técnicas de redacción”, (pp. 100-101). Valencia, Venezuela: Publicaciones de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Carabobo
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Estimado estudiante,
Se te recomienda leer el tema presentado para discutirlo en la próxima clase presencial y elaborar un ejercicio que será calificado.

miércoles, 7 de mayo de 2008

EL RESUMEN Y SU TECNICA

Una de las labores intelectuales que tú debes realizar con bastante frecuencia, es la elaboración de resúmenes. Estos pueden ser de novelas, cuentos, artículos, conferencias, etcétera. A primera vista, pareciera ser una actividad sencilla; sin embargo, ella implica un cierto grado de dificultad. La técnica del resumen precisa que seamos capaces de rescatar lo esencial del tema tratado y de evitar el cúmulo de elementos accesorios que lo acompañan.
El resumen es la exposición sumaria de lo sustancial de un texto. La función que tiene esta creación personal es la de conocer, en una extensión reducida, el pensamiento vertido en la materia trabajada.
Los pasos para la elaboración de un resumen son los siguientes:
1. Leer en forma minuciosa al escrito y comprenderlo cabalmente.
2. Escribir en un cuaderno de notas los conceptos fundamentales, anotando la página para una posterior corroboración, si fuera necesaria.
3. Ayudarse de palabras-claves descubiertas en el escrito. Son ideas que se repiten a lo largo del texto. A veces con un mismo léxico o con variaciones mínimas.
4. Utilizar un esquema o plan de las ideas principales recogidas. Puedes respetar el orden de aparición en el mismo o una secuencia personal de las ideas.
Escribir el resumen de la obra leída, ordenando los datos y expresándolos con tus palabras.
No utilice citas textuales. Redacte el nuevo texto con sus propios términos y a la vez con los del autor, respetando fielmente el texto original.
Debes tener presente que no existe una técnica específica en la elaboración de resúmenes. Es primordial, eso sí, considerar lo anteriormente expuesto. A la vez, hay que observar las siguientes condiciones de un buen resumen:
a) Jamás trabajes de memoria.
b) No expreses ideas y juicios propios. Objetividad frente al pensamiento ajeno.
c) Reduce lo más posible la extensión del original. No se trata de reproducir en forma completa el texto, sino sólo sus ideas fundamentales.
d) Escribe con claridad y precisión, respetando la pureza del lenguaje.
e) No olvides que importa el tema, el “qué”, y luego los otros datos observados (quién, cómo, cuándo, dónde, por qué...)
f) Ten presente que se aprende a hacer haciendo. Mientras más leas y escribas, más posibilidades tendrás de redactar correctamente.
g) Utilice un vocabulario sencillo, sin sobrecargarlo con adjetivos o adverbios.
h) Elija adecuadamente los nexos o elementos de enlace (por el contrario, luego, además, en efecto, por consiguiente), pues ellos van ayudando a la coherencia y cohesión del texto. Además, establezca la relación existente entre las ideas escogidas.
i) Tenga mucho cuidado y preste atención a la coherencia
j) Al redactar utilice correctamente los signos de puntuación; ellos le ayudarán a dar mayor claridad al nuevo texto.
Ventajas del Resumen
Permite tener una visión clara y precisa del pensamiento o planteamiento central, del autor.
Ayuda a mantener el proceso de concentración.
Desarrolla habilidad para sintetizar y analizar.
Favorece el incremento del vocabulario.
Ayuda la memorización rápida de palabras, ideas o conceptos importantes.
Permite el posterior análisis crítico del texto.
Facilita la comprensión, el estudio y consultas posteriores.
Ayuda a economizar tiempo y esfuerzo en los repasos.
Favorece el desarrollo de la comprensión lectora.
Estimado estudiante;
Se le recomienda leer este tema para discutirlo en la próxima clase presencial (14-05-08)

EL PÁRRAFO COMO UNIDAD DE PENSAMIENTO


En la escritura los párrafos vienen indicados por el uso del punto y aparte. Pueden estar constituidos por una sola frase, pero en general incluyen varias frases u oraciones completas. Lo esencial del párrafo es que todo él gira alrededor de una idea, en general es así, aunque pueden presentarse algunas excepciones. Al enfrentarnos a un párrafo lo primero que debemos hacer es considerarlo como una unidad de pensamiento. A través de las distintas palabras y frases que lo componen debemos estar pendientes de encontrar cuanto antes la idea básica, fundamental, que el autor nos ha querido comunicar
La Idea Principal
La idea o frase principal, normalmente viene expresada en una de las frases del párrafo y alrededor de ella de una manera natural y lógica se agrupan las otras frases para ampliar, concretar o presentar diversos aspectos referentes a la idea central.
La habilidad del lector consiste en descubrir de un modo rápido y seguro cuál es la idea central y la frase que la representa.
No siempre la idea central está colocada al principio del párrafo, pues puede encontrarse en medio o al final del mismo.
Ubicación de la idea o Frase Principal.
- Al inicio del párrafo: su lectura es más fácil, no hay que esforzarse en buscarla a través de todo el párrafo. A la luz de esa idea se pueden leer las demás frases con gran rapidez y facilidad de comprensión, pues las otras ideas confirman o explanan lo que se ha dicho en primer término.
- Al final del párrafo: el lector encontrará que ella viene a ser como la afirmación definitiva o la conclusión general de todo el párrafo y las otras frases lo que hacen es preparar el terreno por medio de consideraciones y afirmaciones parciales que apuntan, progresivamente, hacia la conclusión final. Es como una maduración interna del pensamiento, que llegado el momento oportuno, puede ya expresarse de un modo pleno y total. El lector debe estar con su mente alerta y a la espera de que aparezca una frase crucial que resumirá y complementará todo el esfuerzo precedente, dándole su pleno sentido y significado.
- En el medio del párrafo: el pensamiento estará desarrollado, en general, a manera de un movimiento pendular, pues la primera parte del párrafo será un preámbulo o una preparación que culminará con la aparición de la idea central. La segunda parte será una prolongación de esta idea a modo de aclaraciones, confirmaciones o consecuencias.
Algunos párrafos no contienen más que una idea y una sola frase, pero la mayoría de los párrafos están compuestos por un conjunto de diversas frases. Ya hemos explicado que la frase principal es la que suele expresar la idea del autor de un modo más claro y total que el resto, contiene la idea central del párrafo.
Cuando se localiza la frase principal nos ponemos en posesión del núcleo central del párrafo, es captar de inmediato su esencia misma, nos da la posibilidad de comprender acertadamente el valor y alcance de las diversas partes complementarias que lo integran.Las ideas o frases secundarias.
Son aquellas que sirven al autor para explanar de un modo más detallado todos los aspectos e implicaciones que éste tiene en la mente cuando escribe la frase principal. Para perfeccionar el modo de leer cada párrafo es muy útil tener una idea clara, para poder entonces obtener las demás frases del párrafo, las frases secundarias, que pueden ir ampliando, desarrollando o matizando la idea expuesta en la frase principal.
Maneras de explanar la idea central a través de las secundarias:
1.- Por repetición: Se mantiene el mismo contenido de la frase principal, variando simplemente las palabras. Se establece la idea central en la primera frase y se suele terminar con otra frase semejante a la primera, en la que, a modo de conclusión, se vuelve a repetir la idea fundamental. También éste tipo de frases se pueden encontrar en cualquier otra parte del párrafo.
2.- Por contraste: Estas frases son muy eficaces para resaltar la idea central. El autor quiere impresionarnos y dejar bien claro cuál es su verdadero pensamiento, indicando y rechazando de plano lo que no es su pensamiento.
3.- Por ejemplificación: Los ejemplos sirven para hacer comprender el alcance de la idea principal a través de casos y aplicaciones concretas. Los ejemplos pueden pasarse por alto cuando existe una verdadera comprensión de la idea central, pero en la práctica, los ejemplos son las mejores ayudas para llegar a comprender de verdad lo que iba implicado en la afirmación general.
4.- Por justificación: Este tipo de frases contiene razones o argumentos que apoyan la afirmación establecida en la frase principal. Ayudan a su mejor comprensión, en el sentido de que una idea se siente más profundamente en la medida que conocemos mejor cuáles son los fundamentos lógicos o racionales que le sostienen y apoyan.
Localización de la frase principal
Para localizar con mayor facilidad la frase principal, se puede aplicar la siguiente técnica:1.- Lo que se debe observar primero es cuál es la palabra que más se repite y que domina todo el párrafo. Esta palabra representará un objeto, una persona o una cualidad, algo en torno a lo cual gira toda la exposición. Algunas veces, el autor no siempre utiliza la misma palabra sino sinónimos o, en algunas frases, emplea pronombres. Lo importante es darse cuenta de que en todos esos casos se está refiriendo siempre a la misma idea, al mismo objeto.
2.- Después de localizar esta palabra nos encontramos en condiciones de ubicar la frase central del párrafo. En general, todas las frases tendrán alguna relación con la palabra clave, pues todo el párrafo gira alrededor de la misma. Pero la cualidad básica de la frase principal es siempre su carácter global o de inclusividad. En cierto modo, ella encierra en sí misma todo lo que se expone en las demás frases.
3.- La frase principal será, pues, aquella donde se establece la afirmación más amplia, más general y que puede considerarse como el resumen de todas las demás.
Comprobación de la frase principal.
Para asegurarse de que la elección ha sido correcta existen dos medios de ayuda:
1.- Suprimir la frase principal: al hacerlo se notará que el párrafo queda truncado o incompleto; no aparece claro el significado del mismo como conjunto. Mientras que si se suprime una frase secundaria, apenas variará el sentido general.
2.- Leer una por una las restantes frases del párrafo y, antes o después de cada una, repetir de nuevo la frase principal. Si la elección fue acertada veremos como cada una de las frases se relaciona de un modo natural con la frase central, formando ambas un todo bien lógico y coherente.
Estimado estudiante;
Se le recomienda leer este tema para discutirlo en la próxima clase. (14 -05-08)

martes, 6 de mayo de 2008

COMPRESIÓN LECTORA


La enseñanza de la comprensión lectora
De acuerdo con María Eugenia Dubois, (1991) si se observan los estudios sobre lectura que se han publicado en los últimos cincuenta años, podemos darnos cuenta de que existen tres concepciones teóricas en torno al proceso de la lectura. La primera, que predominó hasta los años sesenta aproximadamente, concibe la lectura como un conjunto de habilidades o como una mera transferencia de información. La segunda, considera que la lectura es el producto de la interacción entre el pensamiento y el lenguaje. Mientras que la tercera concibe la lectura como un proceso de transacción entre el lector y el texto.
La lectura como conjunto de habilidades o como transferencia de información
Esta teoría supone el conocimiento de las palabras como el primer nivel de la lectura, seguido de un segundo nivel que es la comprensión y un tercer nivel que es el de la evaluación. La comprensión se considera compuesta de diversos subniveles: la comprensión o habilidad para comprender explícitamente lo dicho en el texto, la inferencia o habilidad para comprender lo que está implícito y la lectura crítica o habilidad para evaluar la calidad de texto, las ideas y el propósito del autor. De acuerdo con esta concepción, el lector comprende un texto cuando es capaz precisamente de extraer el significado que el mismo texto le ofrece. Esto implica reconocer que el sentido del texto está en las palabras y oraciones que lo componen y que el papel del lector consiste en descubrirlo.
La lectura como un proceso interactivo
Los avances de la psicolingüística y la psicología cognitiva a finales de la década del setenta retaron la teoría de la lectura como un conjunto de habilidades. A partir de este momento surge la teoría interactiva dentro de la cual se destacan el modelo psicolingüístico y la teoría del esquema. Esta teoría postula que los lectores utilizan sus conocimientos previos para interactuar con el texto y construir significado
La lectura como proceso transaccional
Esta teoría viene del campo de la literatura y fue desarrollada por Louise Rosenblatt en 1978 en su libro "The reader, the text, the poem". Rosenblatt adoptó el término transacción para indicar la relación doble, recíproca que se da entre el cognoscente y lo conocido. Su interés era hacer hincapié en el proceso recíproco que ocurre entre el lector y el texto (Dubois, 1991). Dice Rosenblatt al respecto: "Mi punto de vista del proceso de lectura como transaccional afirma que la obra literaria ocurre en la relación recíproca entre el lector y el texto. Llamo a esta relación una transacción a fin de enfatizar el circuito dinámico, fluido, el proceso recíproco en el tiempo, la interfusión del lector y el texto en una síntesis única que constituye el significado ya se trate de un informe científico o de un "poema" (Rosenblatt, 1985, p.67).
El proceso de la lectura
El proceso de la lectura es uno interno, inconsciente, del que no tenemos prueba hasta que nuestras predicciones no se cumplen; es decir, hasta que comprobamos que en el texto no está lo que esperamos leer. (Solé, 1994) Este proceso debe asegurar que el lector comprende el texto y que puede ir construyendo ideas sobre el contenido extrayendo de él aquello que le interesa. Esto sólo puede hacerlo mediante una lectura individual, precisa, que le permita avanzar y retroceder, que le permita detenerse, pensar, recapitular, relacionar la información nueva con el conocimiento previo que posee. Además deberá tener la oportunidad de plantearse preguntas, decidir qué es lo importante y qué es secundario .
Solé (1994), divide el proceso en tres subprocesos a saber: antes de la lectura, durante la lectura y después de la lectura. Existe un consenso entre todos los investigadores sobre las actividades que los lectores llevan a cabo en cada uno de ellos. Solé recomienda que cuando uno inicia una lectura se acostumbre a contestar las siguientes preguntas en cada uno de las etapas del proceso.
Antes de la lectura
¿Para qué voy a leer? (Determinar los objetivos de la lectura)
1. Para aprender.
2. Para presentar un ponencia.
3. Para practicar la lectura en voz alta.
4. Para obtener información precisa.
5. Para seguir instrucciones.
6. Para revisar un escrito.
7. Por placer.
8. Para demostrar que se ha comprendido.
¿Qué sé de este texto? (Activar el conocimiento previo)
¿De qué trata este texto? ¿Qué me dice su estructura? (Formular hipótesis y hacer predicciones sobre el texto)
Durante la lectura
1. Formular hipótesis y hacer predicciones sobre el texto
2. Formular preguntas sobre lo leído
3. Aclarar posibles dudas acerca del texto
4. Resumir el texto
5. Releer partes confusas
6. Consultar el diccionario
7. Pensar en voz alta para asegurar la comprensión
8. Crear imágenes mentales para visualizar descripciones vagas
Después de la lectura
1. Hacer resúmenes
2. Formular y responder preguntas
3. Recontar
4. Utilizar organizadores gráficos
Pearson, Roehler, Dole y Duffy (1992) afirman que el concepto de comprensión basado en la teoría del esquema ha sido la base de la mayor parte de su trabajo sobre el proceso de comprensión que utilizan los lectores competentes o expertos, los factores que separan los expertos de los principiantes y los métodos que utilizan los docentes para promover o mejorar la comprensión. Sus investigaciones han demostrado que los lectores competentes poseen unas características bien definidas. Éstas son:
1. Utilizan el conocimiento previo para darle sentido a la lectura.
Pearson et al (1992) afirman que las investigaciones que se han realizado con adultos, niños, lectores competentes y lectores en formación arrojan la misma conclusión: la información nueva se aprende y se recuerda mejor cuando se integra con el conocimiento relevante previamente adquirido o con los esquemas existentes.
2. Monitorean su comprensión durante todo el proceso de la lectura
Monitorear es un mecanismo primario que utilizan los lectores para lograr el sentido de lo que leen. Siempre hemos sabido que los buenos lectores son más cuidadosos en su lectura que los que no lo son. Que también son más conscientes de cuán bien o cuán mal están leyendo y utilizan diversas estrategias para corregir sus errores de lectura una vez se dan cuenta de la situación
La evidencia presentada en las investigaciones que se han llevado a cabo indican que el monitoreo de la comprensión es lo que distingue al lector competente, del que no lo es. Otra característica del lector competente relacionada con la función de monitorear es que éste corrige y regula la comprensión del texto tan pronto detecta que hay problemas.
3. Toman los pasos necesarios para corregir los errores de comprensión una vez se dan cuenta que han interpretado mal lo leído.
Los buenos lectores saben lo que hay que hacer tan pronto se dan cuenta que no entienden lo que están leyendo. Cuando la lectura es difícil dedican más tiempo a la misma, contrario a los menos competentes o con déficit que dedican el mismo tiempo a la lectura independientemente de su nivel de complejidad. Otra estrategia que utilizan los lectores competentes es que están dispuestos a volver al texto para resolver cualquier problema de comprensión.
4. Pueden distinguir lo importante en los textos que leen.
Determinar qué es importante en una lectura es fundamental en el proceso de comprensión. ¿Cómo se diferencia lo importante de lo que no lo es? Williams (1986,b); Tierney y Cunningham (1984) y Winograd y Bridge (1986) hacen una distinción entre lo que es importante para el autor y lo que es importante para el lector. Los lectores determinan lo que es importante para ellos dependiendo del propósito de su lectura (Pchert y Anderson, 1977).
5. Resumen la información cuando leen.
Muchos estudios confirman la utilidad de resumir como una estrategia de estudio y de comprensión de lectura.
6. Hacen inferencias constantemente durante y después de la lectura.
Uno de los hallazgos más comunes en los investigadores que estudian el proceso de comprensión lectora es que el hacer inferencias es esencial para la comprensión (Anderson y Pearson, 1984).
7. Preguntan
Este proceso de generar preguntas, sobre todo las que estimulan los niveles superiores del conocimiento, llevan a niveles más profundos del conocimiento del texto y de este modo mejora la comprensión y el aprendizaje (Andre y Anderson, 1979).
El uso autónomo y eficaz de las estrategias de comprensión que acabamos de mencionar va a permitir a los estudiantes:
1. Extraer el significado del texto completo o de las diferentes partes que lo componen.
2. Saber dirigir su lectura avanzando o retrocediendo en el texto para adecuarlo al ritmo y las capacidades necesarias para leer correctamente.
3. Conectar los nuevos conceptos con los conocimientos previos para así poder incorporarlos a sus esquemas. (Serra Capallera y Oller Barnada, 1977).